Un coachee me inspiró a escribir estas líneas. El tema de la conversación fue que a él no le ha ido muy bien últimamente, ha tenido varios trabajos y ya lleva 3 en que lo han despedido.
Le pregunté por las razones que el creía habían sucedido esos 3 despidos recientes en un lapso de 4 años, y sabiendo que es una persona dedicada y preparada, estuve muy interesado en escuchar su respuesta.
Sus razones me disonaron y al percibir que lo que había de fondo era un tema de mala comunicación entre él y las personas de su trabajo, lo invite a pensar en aquellos puntos en comunes que había en circunstancias previas a sus despidos desde el punto de vista de clima laboral y de sus percepciones al respecto.
Uf......pensó, subió los ojos y los llevó a un lado y rápidamente se desconectó de su reflexión...y nuevamente volvió con un discurso evasivo o tal vez poco convincente para él mismo.
Al ver esto le di algunas ideas....y entre varias, le pregunté por lo que él pensaba de lo que la gente del trabajo pensaba de él. Lo primero que me respondió fue "soy franco y directo para decir las cosas".
Sin duda es una virtud ser franco.
Milton Erickson, psiquiatra y padre de la Hipnosis moderna, conversacional, naturalista e indirectiva era experto en dar mensajes con un alto contenido indirecto, pero que tarde o temprano provocaba un mensaje directo a la persona que le permitía salir adelante con sus desafíos.
Entonces, volviendo a la conversación, llegó un momento en que me dijo...."Si, tal vez soy demasiado directo para decir las cosas".
Lo invité a recordar ocasiones de antaño, pues nos conocemos hace mucho tiempo, en que alguien había sido muy "directo" con otro y le pregunté por lo que él vio en el receptor como reacción. Eso permitió que se saliera del centro del debate o del banquillo de los acusados pues no estábamos hablando de él sino de otras personas, es decir un emisor directo y franco y un receptor.
Recordamos casos en que la persona afectada había manifestado rabia, otro caso en que él había visto miedo, otro con resentimiento, otro defensivo, otro triste, otro apático.
Que gran aprendizaje para él, el descubrir una característica propia que por uno u otro motivo se fueron agudizando en el tiempo hasta que le comenzó a pasar la cuenta.
Los métodos indirectos de comunicación son realmente eficaces.
Un buen profesor es aquel que tiene la capacidad de explicar un fenómeno o materia de distintas formas, se adapta a la forma en que el alumno recibe mejor el contenido y que luego se transforma en aprendizaje.
Alguien puede ilustrarnos con alguna historia a este respecto?
Eureka.....!.....descubrir algo es fantástico………….y cuando descubrimos algo de nosotros mismos que nos puede estar limitando en nuestra vida, tiene un significado muy especial.
Raul Echeñique
sindicar